El respaldo de EE. UU. a Israel contra Irán: un gigante con pies de barro

25.06.2025
El profesor Zhang Weiwei, un destacado politólogo chino, analiza la apuesta de EE. UU.: iniciar una guerra que creía poder ganar de forma decisiva.

Hoy es 19 de junio y me encuentro en San Petersburgo, Rusia, asistiendo al Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Este foro abarca una amplia gama de temas —política, economía y sociedad—, pero el reciente conflicto entre Israel e Irán está en la mente de todos. Aunque la agenda se fijó hace mucho tiempo y no aborda directamente esta cuestión, se ha mencionado en varias sesiones. Por lo tanto, compartiré algunas impresiones de las reuniones de ayer.

En primer lugar, en varios foros celebrados ayer, se mencionó que este conflicto se ha desarrollado de forma diferente a lo que muchos habían previsto inicialmente. Comenzó con un ataque sorpresa de Israel, que claramente tomó la delantera, pero poco a poco se ha hecho evidente la resistencia de Irán.

En particular, el sistema de defensa «Cúpula de Hierro» de Israel parece ahora incapaz de hacer frente a los bombardeos intensivos. Los últimos acontecimientos muestran que Irán, que antes respondía por la noche, ahora ataca durante el día. Por primera vez, los israelíes de a pie parecen estar sintiendo el terror de la guerra. En el pasado, pensaban que la destrucción como la que se ha producido en Gaza solo podía ocurrirle a otros, pero ahora están experimentando ese miedo ellos mismos. Creo que es una lección profunda para los ciudadanos israelíes.

Israel ha librado muchas guerras, en la mayoría de los casos ataques preventivos contra Siria, Líbano, Gaza, etc., pero no ha habido un movimiento antibélico fuerte entre su población. Ha habido alguno, pero no significativo. Debería haber un movimiento antibélico más potente dentro de Israel para detener a un régimen que ignora por completo tantos derechos humanos y masacra a civiles en Gaza, entre ellos muchas mujeres y niños. No debería haber lugar para tal violación de la humanidad básica bajo ninguna ley internacional.

Hoy también hemos visto al máximo líder chino hablar por teléfono con su homólogo ruso. El presidente Xi ha destacado dos puntos clave: en primer lugar, las partes en conflicto deben cesar el fuego, en particular Israel, que debe tomar la iniciativa en el alto el fuego y el fin de las hostilidades; en segundo lugar, los principales países con influencia especial en la región deben trabajar para reducir las tensiones en lugar de echar más leña al fuego. Creo que esta perspectiva es muy importante. Putin ha señalado un punto crítico, al afirmar que Israel está planeando atacar las instalaciones nucleares de Irán, lo que podría suponer un peligro de radiación nuclear. Esto es algo que todo el mundo debe pedir que se detenga.

Desde el punto de vista del análisis de la guerra, hay un concepto clave en los estudios militares: la profundidad estratégica. Es evidente que un país como Israel, en comparación con un país como Irán, carece de profundidad estratégica. La superficie de Israel es de unos 25 000 kilómetros cuadrados, menor que la isla china de Hainan, o aproximadamente el tamaño de dos ciudades de Tianjin juntas. Por el contrario, la superficie de Irán es casi 70 veces mayor, desproporcionadamente más grande.

La falta de profundidad estratégica se vuelve crítica en la guerra. Israel lanzó inicialmente un poderoso ataque preventivo confiando en su sistema de defensa antimisiles para interceptar los misiles entrantes, pero ahora parece que los misiles iraníes están superando ese sistema y la ofensiva israelí corre el riesgo de colapsar por completo. La pregunta ahora es si Estados Unidos intervendrá de manera significativa, pero eso parece difícil.

Creo que el propio Trump es reacio, ya que toda su campaña electoral se basó en la idea de que Estados Unidos ha librado demasiadas guerras en Oriente Medio, que no han reportado ningún beneficio y han llevado al país a la bancarrota. Además, Irán ha declarado que las más de 30 bases estadounidenses en Oriente Medio son «objetivos vivos» para sus misiles de precisión. Esto pone de relieve una contradicción: en una mentalidad obsoleta de la Guerra Fría, las bases en todas partes son fundamentales, pero en la guerra moderna también se convierten en objetivos fáciles.

Otro concepto fundamental en los estudios militares es el potencial bélico, especialmente vinculado al tamaño de la población. La población de Israel es inferior a 10 millones, unos 9 millones, mientras que la de Irán es diez veces mayor. En un conflicto prolongado, si el bando más débil puede resistir, como en nuestra Guerra de Resistencia contra Japón, Irán podría sostener una guerra prolongada de intensidad media, que Israel no podría soportar.

Algunos dicen que Estados Unidos podría desplegar su bomba no nuclear más potente, solo superada por la bomba atómica, capaz de penetrar 60 metros de hormigón bajo tierra. Pero los análisis que he leído, incluidos los de expertos estadounidenses, sugieren que la probabilidad de éxito no es alta y que no hay garantía de que destruya las instalaciones nucleares de Irán. Por lo tanto, es una incógnita en este momento. Debemos seguir de cerca estos acontecimientos.

De hecho, en nuestro programa China Now, hace año y medio o dos años, discutimos la crisis del Mar Rojo cuando los hutíes bloquearon la salida del Mar Rojo. Dijimos que Estados Unidos es como un «gigante con pies de barro», temblando de miedo, no es que la gente tema al imperio estadounidense, sino que el imperio teme a la gente, eso es lo que dijo el presidente Mao. Y dijimos en ese momento que los hutíes ya no eran lo que eran en el pasado, al igual que el Irán actual, que ya no es lo que era. Veamos cómo se desarrolla la situación.

Traducción al español para Geopolitika.ru
por el Dr. Enrique Refoyo