Los problemas de la India: Entre la cultura y el capitalismo
India tiene muchas características especiales en su cultura tradicional que puede aceptar diferentes ideologías de un modo armonioso. La enorme área del subcontinente indio fue un sitio de unión de diferentes religiones. Bajo la política británica de divide y vencerás, sin embargo, India fue particionada como los estados de mayoría musulmana forjados al estilo de Pakistán y Bangladesh. Este es el principal problema que ha provocado grandes masacres en todos los estados de India, Pakistán y Bangladesh. Esta herida creada hace 67 años ha resultado en la formación de diversas insurgencias en esos tres países. Pero, ¿cómo de poderosa es India cuando estos estados están unidos?
Después del gobierno Hindú llegaron 800 de gobierno musulmán, 100 años de gobierno británico, y después, 67 años de gobierno secular y socialista. Esta cambio político importante empezó en 2014 y ha continuado bajo el gobierno del partido derechista Bharatiya Janata apoyado por oligarcas económicos multimillonarios empujando hacia el ultra-capitalismo para explotar los recursos indios. Gentes pobres con menos capital político y social son marginadas bajo el gobierno de las élites actuales y el sistema de castas. La población tribal, los musulmanes fuera de la élite, y los parias están amenazados por la presión económica. Ahora parece que los activistas sociales están surgiendo de casi todas las universidades indias contra la injusticia social y económica de la clase hegemónica brahmánica, el comunalismo, y el silencio del gobierno británico sobre la situación intolerante creada por las autoridades gobernantes del país, y las políticas neo-imperiales.
Los imperialistas extranjeros ven esta oportunidad para cultivar sus importantes políticas liberales sobre suelo indio. El gobierno actual está probando diferentes tipos de análisis sobre las masas en la planificación de su agenda futura. La ausencia de una oposición real, genuina y fuerte también ayuda a que el ultra-capitalismo pseudo-nacionalista avance con sus planes.
Grupos insurgentes cachemires están fortaleciéndose dentro de India debido a la continua intervención militar contra civiles inocentes. En el estado de Uttar Pradesh, las elecciones a la asamblea están acercándose en las que la carta comunal puede ser jugada fácilmente para extinguir los esfuerzos nacionalistas en este estado donde la mayor parte de la población puede influir la formulación de políticas y obtener nuevos asientos en el Rajyasabha, la cámara alta del parlamento donde el partido gobernante tiene menos influencia. Controlar esta enorme área geográfica con un diverso rango y naturaleza de tribus, religiones, y etnicidades es difícil para cualquier imperio.
El sistema económico de la India se ha movido gradualmente hacia el capitalismo desde 1991, y está alcanzando el estado de ultra neo-capitalismo. La parcialidad en el tratamiento de los grupos marginalizados está incrementándose, así contribuyendo al crecimiento de grupos armados maoístas en los estados centrales y del nor-este donde controlan un área importante dentro de India. La seguridad interna de la India también está siendo desafiada por estos grupos insurgentes en las regiones tribales boscosas. En contraste a esta posición, está un creciente tipo de nacionalismo que apoya al ultra-capitalismo. Aunque la economía está creciendo cada vez más fuerte, su producto no puede ser disfrutado por las gentes marginalizadas debido a la injusticia social prevaleciente en India.
El 80% de la población India está por debajo de 35 años. La distribución efectiva y utilización de la producción del país, sin embargo, es solamente posible una vez que el país sea seguro de insurgencias. La relación entre algunos estados y el gobierno central está en un pobre estado debido a diferencias políticas e ideológicas. Los problemas totales de la India están agravados y multiplicados por las insurgencias.
La constitución de la India se supone que garantiza la suficiente seguridad y derechos para todos los ciudadanos del país. El establecimiento de un uniforme código civil hindú, sin embargo, es un objetivo de las super-élites brahmánicas actualmente al mando de India. Las influencias de esta élite que compone un 5% es prevalente en la defensa, medios de comunicación, poder judicial, principales sectores del gobierno, etc. Así, los esfuerzos para imponer un nacionalismo que destruya la armonía comunal del país, es un esfuerzo planeado y conjunto ya que los factores culturales e históricos de control están también bajo estos derechistas.
Las políticas nacionalistas del Hindutva están transformando algunas áreas del país en insurgencias completas. Mientras que el actual gobierno tiene la fuerza para controlar la corrupción en el país, fue el anterior gobierno pseudo-secular con miles de millones de dólares en corrupción lo que llevó a este partido derechista al poder.
La última sorpresa fue rebelada por las nuevas normas para la inversión adoptadas por el gobierno. Estas nuevas leyes abrirán los sectores agrícolas y manufactureros a inversiones extranjeras directas. Los monopolios de grandes corporaciones romperán los mercados locales y explotarán a los granjeros con bajos salarios. Las leyes de adquisición de tierras aprobadas por el gobierno, permiten a las compañías tomar tierras de áreas rurales para el desarrollo de infraestructuras, donde el sustento de los pueblos tribales depende de ello. La ley del carbón sobre la minería excesiva de carbón afecta a las regiones tribales de India central. En conjunto, las leyes que favorecen a las corporaciones y a los comedores globales de recursos, representan una gran amenaza al ecosistema y la tierra en que viven las tribus. Protestas recientes por parias en Gujarat son un buen símbolo de oposición real al ultra-capitalismo.
Había muchos sistemas políticos disponibles sobre la independencia de la India gracias a los diferentes combatientes por la libertad, laboratorios de pensamientos, y diferentes ideologías involucradas. Sadrar Vallabai Patel representa al nacionalismo Hindú. El concepto de Mahatma Gandhi de Grama Swaraj propuso más autoridad para ser delegada a las aldeas. Pandit Jawaharlal Nehru representaba a los socialistas seculares y comunistas. Mientras que los nacionalistas musulmanes se habían ido a Pakistán y Bangladesh donde formaron estados acordes a su nacionalismo musulmán. B.R. Ambedkar, que procedía de entre los parias protestaba contra las políticas Hindutva, y aseguró la protección para las minorías y las tribus de las castas inferiores, incluyendo los parias. La muerte de Mahatma Gandhi transformó el estado anímico en India desde el nacionalismo Hindú al socialismo secular bajo el liderazgo de Jawarlal Nehru. Después de todo, Mahatma Gandhi fue asesinado por nacionalistas hindúes. Los problemas del gobierno secular bajo el gobierno de la primera ministra Indira Gandhi y los disturbios Sij, provocaron la transición a un gobierno autoritario de emergencia. Desde 1984, un periodo de leyes de emergencia vio abandonar a una gran porción de socialistas seculares y formar un nuevo partido socialista que más tarde se transformó en una fuerza nacionalista Hindú, en última instancia desarrollándose hacia la derecha.
En más de 69 años, el gobierno secular socialista no pudo garantizar el desarrollo de los pueblos tribales marginalizados. La amplia corrupción del gobierno en la educación, servicios sanitarios, los suministros alimentarios con subsidios, y en áreas tribales y fronterizas dieron lugar a insurgencias ya que los políticos corruptos jugaban a dos bandas con el ejército, convirtiéndolos en creadores de problemas. La gente así tiene enemistad hacia la administración gubernamental sobre sus políticas, y ahora los grupos insurgentes están trabajando contra el gobierno indio.
Las iglesias evangélicas financiadas por los americanos, proporcionan servicios educativos y sanitarios en las áreas fronterizas insurgentes del nor-este. Las organizaciones no gubernamentales con financiación extranjera están desestabilizando la situación y armando a insurgentes. Los creadores de políticas y economistas, así como los laboratorios de pensamiento, están compuestos de simpatizantes neoliberales. India está ahora compuesta de grandes estados principescos en los que las comunidades musulmanas, sijs, tribus, parias, secularistas, socialistas, liberales, y comunistas están luchando por el poder en los ámbitos sociales, políticos, económicos y culturales. Mientras tanto, no entienden las condiciones de la gente por igual, o les proporcionan justicia y protección.