La contradicción teológica puritana y la estructura de la pseudo-elección del liberalismo moderno

20.08.2025

Este ensayo tiene como objetivo definir el liberalismo como una ideología anti-orden mediante un examen de las contradicciones teológicas puritanas y sus manifestaciones contemporáneas. Sostengo que el liberalismo es una forma de desorden que   constituye una fuerza anti-orden, en la que la voluntad de retorno surge del libre albedrío que opera dentro del caos mismo.

Introducción

La definición de libertad dentro del discurso liberal se asemeja a una fuerza que busca el movimiento en una dirección físicamente irreversible. El poder de Dios impregna cada detalle de la ley natural, extendiéndose igualmente al reino espiritual. Una esfera que rueda por una pendiente se moverá invariablemente de una elevación más alta a una más baja; en ausencia de condiciones ambientales especiales, no puede rodar hacia arriba desde posiciones más bajas a más altas. Esto constituye el orden.

El anti-orden se refiere a la afirmación de la libertad que sostiene que una esfera puede rodar cuesta arriba desde una posición más baja a una más alta. Este anti-orden presupone un gobernante que sustituye a Dios y encarna la esencia misma de la «conciencia anti-divina de la igualdad» que precipitó la expulsión de la humanidad del Edén.

El libre albedrío que vuelve al orden se asemeja al impulso que experimentan los seres humanos al bajarse de un telesilla: la inclinación natural hacia el descenso.

El problema teológico de la elección

«Ser elegido» se refiere a un estado definido retrospectivamente, confirmado solo después de que se haya verificado el retorno al orden divino a través del juicio. En consecuencia, la «elección» no está predeterminada, sino que surge como un hecho revelado retrospectivamente tras la finalización del retorno. Cualquier autoafirmación de ser «elegido» antes de este juicio carece de validez teológica.

Por lo tanto, tanto la doctrina de la predestinación como la ideología del pueblo elegido son teóricamente insostenibles.

Fundamento bíblico: Malaquías 2:7-8

«Los labios del sacerdote deben guardar el conocimiento y el pueblo debe buscar instrucción en su boca, porque él es el mensajero del Señor Todopoderoso. Pero vosotros os habéis apartado del camino y habéis hecho tropezar a muchos con vuestra enseñanza. Habéis quebrantado mi pacto con Leví», dice el Señor de los ejércitos.

Este pasaje resume la verdad fundamental: «Los labios de los sacerdotes se han apartado de su camino, haciendo tropezar a muchos en la instrucción. Se ha roto el pacto con Leví».

Este texto bíblico sugiere el colapso teológico de la predestinación y la ideología del pueblo elegido. La teología puritana representa la reaparición de la clase sacerdotal corrupta descrita en Malaquías. La desviación del orden divino por parte del protestantismo liberal constituye un sistema que viola repetidamente el pacto levítico, en el que «el juicio de Dios (la ética fundamental del Antiguo Testamento) se reproduce simbólica y formalmente dentro del orden pseudoinstitucional moderno (teología liberal)».

Implicaciones contemporáneas

La persistencia de estas enseñanzas sin un examen crítico revela una Torre de Babel invisible construida por la acción humana. Si la predestinación y la ideología del pueblo elegido resultan erróneas, entonces el puritanismo y el judaísmo radical de derecha comparten una patología común.

Los elementos radicales contemporáneos dentro de Israel persiguen acciones extremas sin esperar el regreso mesiánico, pero no reconocen que el Dios del Islam es idéntico a nuestro Dios y no una deidad pagana. Los conflictos del Israel moderno no se dirigen contra los antiguos paganos de la narrativa del Antiguo Testamento (como Baal), sino contra los pueblos que se han rendido a nuestro Dios Padre. Estas acciones constituyen levantar la espada contra otros creyentes mientras se reivindica la elección divina.

La teoría del retorno estructural

Según mi teoría del retorno estructural, a menos que estos grupos puedan demostrar que mi análisis es totalmente incorrecto, avanzan a toda velocidad hacia el mundo futuro que comienza con Malaquías. La pregunta sigue siendo: ¿resistirán el juicio?

Para mantener su estatus de elegidos, deben demostrar que mi teoría —que define el retorno a Dios a través de la libre elección e identifica retroactivamente a los elegidos a través de su retorno— es completamente errónea.

Solo entonces podrían presentarse ante Dios con total confianza.

La práctica islámica y la fidelidad al pacto

Los musulmanes demuestran, a través de la práctica y no de la mera formalidad, su adhesión a la ley de Dios mediante cinco oraciones diarias, el ayuno, la purificación y la sumisión completa a Alá. Invoca al Padre como «el único Dios». Su disciplinada práctica de la fe se aproxima mucho a la manifestación externa de la relación pactada del Antiguo Testamento.

Por el contrario, la conciencia de la elección occidental (particularmente dentro de la teología liberal derivada del puritanismo) reduce la declaración humana de ser «elegido» a una mera creencia, abandonando tanto la ley como la práctica.

La unidad del pacto abrahámico

Mi preocupación se centra en la singularidad del pacto abrahámico. El judaísmo, el cristianismo y el islam están todos conectados con Abraham. La teología que excluye el linaje ismaelita-islámico de la relación del pacto contiene una contradicción inherente. Por lo tanto, el islam no puede clasificarse como paganismo.

Desde esta perspectiva, dentro del judaísmo, aquellos que levantan la espada contra sus hermanos en la fe y los oprimen deben ser tratados como destructores del orden divino mismo.

Violación del pacto y respuesta divina

La ideología del pueblo elegido presupone el «cumplimiento del pacto». A través de la violación del pacto —levantar la espada contra los compañeros creyentes, destruir el orden o abandonar el pacto levítico— se anula la obligación de Dios de cumplir el pacto. La probabilidad de que esta ideología se haga realidad pasa a ser «cero» o «cancelada por la acción divina».

Este principio está garantizado por la autoridad judicial establecida tras Malaquías, que afirma que, aunque puedan persistir los restos formales y simbólicos de la ideología del pueblo elegido, Dios puede abandonar el cumplimiento sustantivo.

Cuando se levantan espadas contra pueblos que adoran al mismo Dios y honran rituales y mandamientos devotos, incluso más allá de las fronteras étnicas, ¿se puede esperar el cumplimiento del pacto al 100 %?

La naturaleza retrospectiva de la elección

La ideología del pueblo elegido depende del recuerdo de una declaración divina unilateral. Cuando se enfrentan al principio judicial de que «la elección sin cumplimiento es inválida», los formalmente elegidos entran en la categoría de sujetos a juicio.

Sin embargo, el camino de regreso a Dios permanece abierto. Esto requiere renunciar inmediatamente a la «conciencia antidinámica de la igualdad» nacida del ego excesivo y elegir el «regreso». En realidad, uno ya se encuentra ante el juicio. Volver al propio Dios desde las falsas enseñanzas por voluntad propia constituye la obra del libre albedrío, lo que representa el amor que Dios ha concedido a la humanidad.

Conclusión

La conversión es innecesaria. Lo que importa es volver al propio Dios. Incluso los judíos devotos se enfrentan a ese juicio. ¿Qué hay entonces del puritanismo, definido únicamente por la doctrina de la predestinación proclamada por los humanos?

Esta pregunta requiere una reflexión individual mediante el ejercicio del libre albedrío.

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera